1. Colocar el cadáver en decúbito lateral izquierdo.
La posición es importante en el caso de los rumiantes, ya que el rumen presenta un gran volumen y puede dificultar la exploración de la cavidad abdominal, en el caso de que sea necesario acceder a la misma.
2. Abrir la articulación de la rodilla para explorar las cápsulas sinoviales.
Al realizar el corte en una articulación sana, la presencia de líquido sinovial es mínima. En caso de sospechar de sinovitis, se tomará una muestra de líquido sinovial para investigar la posible presencia de Mycoplasma bovis o Histophilus somni, patógenos respiratorios que acostumbran a colonizar también estos tejidos.
3. Diseccionar la pata anterior derecha.
Realizar un corte en la axila, zona de fijación muscular del miembro, a la vez que se abduce la extremidad, hasta que nos permita acceder de forma sencilla al tórax.
4. Exteriorizar la tráquea hasta la faringe.
Separar la tráquea completamente, incluyendo la faringe para, posteriormente, ser capaces de extraer todo el paquete respiratorio.
5. Abrir las costillas.
Realizar incisiones largas en los espacios intercostales procurando no dañar el pulmón. Cortar a lo largo de la línea del esternón, lo que permitirá abrir la cavidad torácica. En animales de mayor edad es posible necesitar un hacha para cortar la línea del esternón. Fracturando las costillas manualmente, abrir la cavidad hasta exteriorizar el pulmón.
En este momento, podremos observar el aspecto que presentan el pulmón y la pleura visceral y parietal. También detectaremos la posible presencia de fluidos anormales en la cavidad.
6. Extraer el paquete respiratorio.
Extraer el paquete respiratorio por completo, desde la faringe hasta los pulmones. Colocarlo sobre una superficie limpia y que nos permita una cómoda manipulación de los órganos.
7. Inspeccionar el tejido pulmonar.
Con unas tijeras, realizar varios cortes profundizando en el parénquima pulmonar, a lo largo de la línea que separa el tejido sano del lesionado. Repetir lo mismo en la zona afectada, a una distancia de 1 o 2 cm. de las incisiones anteriores. Tomar muestras rascando vigorosamente con los hisopos en el interior de cada incisión, para detectar la presencia de virus y bacterias. Es posible recortar pequeñas muestras del tejido afectado y colocarlas en un frasco para enviar a laboratorio.
8. Comprobar la presencia de abscesos u otras lesiones en la faringe.
9. Abrir la tráquea hasta la bifurcación.
Observar la presencia de lesiones y recoger muestras frotando enérgicamente con un hisopo para estudiar la presencia de virus, como el Herpesvirus Bovino Tipo I (IBR), que presenta gran afinidad por este órgano.
10. Cortar en láminas el miocardio.
Realizar varios cortes para evidenciar la presencia de infartos, abscesos o miocarditis, indicadores de posible infección por Histophilus somni. En caso de sospecha, se pueden tomar muestras con hisopo para PCR.