Los centros de atención primaria de Santa Clara de Girona, Anglès, Cassà de la Selva y Banyoles, junto con el Servicio de Digestivo de los hospitales Trueta y Santa Caterina, y en coordinación con el Laboratorio Clínico Territorial de Girona, han puesto en marcha un estudio para evaluar la incorporación de un test basado en marcadores microbianos fecales para el diagnóstico del síndrome del intestino irritable.
El estudio incluirá cerca de 970 personas con síntomas compatibles con este síndrome, que afecta aproximadamente al 11% de la población europea y motiva que más del 60% de las personas que lo padecen consulten al personal médico. Actualmente, el diagnóstico puede demorarse porque requiere múltiples visitas y pruebas para descartar otros posibles diagnósticos, con la carga que ello supone para los pacientes y para el sistema sanitario.